Rusia destruye cientos de toneladas de alimentos
Los crematorios rusos estarán a
pleno rendimiento desde este jueves 6 de agosto. ¿El motivo? Queman
cientos de toneladas de alimentos provenientes, especialmente, de
Europa.
Los funcionarios rusos ya han comenzado a cremar cajas
llenas de queso parmesano, carne, vegetales o delicias como el tocino
danés o el jamón español, en cumplimiento de la orden dada por el
presidente Vladimir Putin.La decisión de Putin fue un paso más en su respuesta a las sanciones que Australia, Canadá, EE.UU., Noruega y el conjunto de la Unión Europea impusieron a Rusia en 2014 y 2015 con motivo de la política del Kremlin en Ucrania.
Ya el año pasado, Putin estableció la prohibición de la importación de alimentos provenientes de estos países, pero ahora, tras detectar un incipiente contrabando de los mismos se ha dado el paso de destruir las mercancías extranjeras vetadas.
El intercambio de sanciones se rige por "el principio de la reciprocidad", manifestó ante la prensa Dimitri Peskov, secretario de Prensa del presidente Putin.
Según el Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario de Rusia (Rosselkhoznadzor), se están quemando 114 toneladas de carne de cerdo proveniente de la UE en la sureña ciudad de Samara.
Además, el mismo organismo anunció que confiscaron en las últimas horas 73 toneladas de melocotones y nectarinas que trataban de entrar con un falso certificado turco. También serán destruidas.
Según uno de los portavoces del Rosselkhoznadzor, Alexei Alexeenko, estos productos de contrabando, además de contravenir la ley rusa, suponen un peligro para la salud pública "porque no han pasado ningún tipo de control sanitario".
Consideran grotesco destruir alimentos en un país donde millones de personas todavía viven por debajo de los umbrales de pobreza.
La petición pregunta: "¿Por qué debemos destruir alimentos que podríamos usar para que coman veteranos de guerra, jubilados, discapacitados, familias con muchos hijos o personas que sufrieron en los desastres naturales?".
No parece que su petición vaya a ser escuchada. El propio Peskov señaló que atenderla no estaba encima de la mesa por el momento.
En cualquier caso, este régimen de sanciones implica unas importantes pérdidas económicas para los sectores involucrados.
Rusia le compra anualmente a Europa unos US$2.700 millones en frutas y vegetales. Y de EE.UU. importa alimentos y productos agrícolas por unos US$1.300 millones.
Alejandro Vicente, 2º Restauración
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